Hoy en día, la palabra Probiótico suena mas y mas. Una simple visita al mercado demuestra la popularidad de este tipo de suplemento natural, ya sea en forma de yogur, o como en bebidas de moda como el Kombucha. Pero últimamente, también se escucha la palabra Prebiotico. Esperemos que en este artículo, usted aprenda los diferentes beneficios que un probiótico y un prebiótico puedan tener en su salud.
Muchos de nuestros problemas gastrointestinales se originan en cómo manejamos nuestra alimentación. Problemas gastrointestinales como la gastritis, la colitis, la acidez, las agruras, el estreñimiento, la diarrea, etc, provienen en mayor parte, de cómo nos alimentamos; cuánta grasa y cuantos alimentos procesados estamos consumiendo y qué tan equilibrada nuestra dieta es.
Para tener una buena digestión, es sumamente importante tratar de comer de la forma más natural posible y evitar comidas que nos cuesta digerir como las frituras y comidas altas en grasas. Igualmente, es importante consumir una buena cantidad de fibra; la cual lo podemos encontrar en frutas y verduras y tomar una buena cantidad de agua. “El agua es vida” como siempre decimos.
Sin embargo, es importantísimo para nuestra salud consumir y agregar Probióticos y Probióticos en nuestras dietas. Pero...¿qué son los Prebióticos?
En simples palabras, con los prebióticos nosotros alimentamos a nuestros microorganismos, que son en sí los Probióticos. Estos Prebióticos se encargan de alimentar estos microorganismos en nuestra flora intestinal para mantener una buena cantidad de estos. Como dato interesante, estos microorganismos pesan aproximadamente dos kilos!
El consumo excesivo de antiácidos (Tums y Pepto Bismol) a consecuencia de una alimentación pobre, simplemente acaba con esta flora intestinal creando un desbalance. Tenemos que entender que para tener una buena salud, necesitamos tener una flora intestinal en cantidades adecuadas. Los antibióticos y otros medicamentos también pueden acabar con nuestra flora intestinal.
Podemos encontrar Prebióticos en muchos alimentos ricos en fibra que no se digieren cuando entran en nuestro sistema digestivo pero que es el combustible perfecto para nuestros microorganismos. Estos Prebióticos prácticamente lo vamos a encontrar en alimentos de origen vegetal. Ahora ya sabemos porqué comer frutas y verduras es bueno para nuestra salud. No vamos a encontrar Prebióticos en alimentos procesados, ni en la carne, pescado o pollo, ni huevos. Asi que ya sabemos: los vegetales y los Prebioticos van de la mano.
Fuentes ricas en Prebióticos lo vamos a encontrar en las cebollas, los ajos, en los puerros, en el betabel, la alcachofa, la jícama; como también en los plátanos y frutos rojos, como la fresa, moras; hasta en la miel, trigo, avena, y legumbres. Si consumimos estos alimentos a diario, estamos manteniendo y cuidando nuestra flora intestinal a niveles óptimos.
Si el Prebiotico es el combustible para nuestros microorganismos, los Probióticos son la fuente. Los probióticos son microorganismos vivos que viven dentro de nuestro sistema digestivo, regulando nuestra digestión y asegurándose de que estemos absorbiendo todos los nutrientes de los alimentos que consumimos. Si nuestro sistema digestivo no absorbe estos nutrientes, no importa que tan limpio o sano estemos comiendo, simplemente el cuerpo no va aprovechar estos nutrientes, echándose a perder.
Los mayores beneficios de los probióticos incluyen:
- Combaten y previenen enfermedades intestinales, como la gastritis, la colitis, la diarrea y el estreñimiento, y también para el intestino irritable. Un buen probiótico mejora mucho también los síntomas relacionados con la acidez como los reflujos.
- Ayuda a la absorción de Vitaminas y Minerales como la vitamina B y minerales como el calcio y el hierro.
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, lo cual es importantísimo en estos tiempos.
- Ayudan a prevenir la proliferación de bacterias que pueden ser dañinas a nuestro intestino.
- Ayuda a prevenir problemas de obesidad y colesterol.
- Ayuda con la salud mental. El sistema digestivo también está vinculado con nuestro sistema nervioso.
El consumo de los probióticos de manera constante, lo ayudará a balancear su flora intestinal, y así los antiácidos no formarán parte de su vida diaria.
La fuente más común de Probióticos es el yogur, especialmente los que contienen la cepa Lactobacillus. El problema del yogur es que contiene lácteos, y hoy en día, la lactosa afecta a millones de personas. Otro probiótico muy conocido y probablemente el más antiguo comercialmente es el Yakult. Sin embargo, el Yakult contiene altos niveles de azúcar, colorantes y químicos, lo cual elimina los efectos beneficiosos del probiótico. El secreto más importante a la hora de elegir un buen probiótico es la cantidad y qué tipos de cepas contiene. Y que no se mueran a la hora de ingerirlos, ya que esto eliminaría el propósito. Recordemos que los probióticos son microorganismos vivos, y por tal, estos tienen que llegar vivos a nuestra flora intestinal para que nosotros sintamos los buenos efectos.
Si los probióticos son estos microorganismos vivos que nos ayudan a protegernos, los prebióticos son el combustible para los probióticos. Así que lo ideal sería consumir ambos para una salud óptima.
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