Antes de concentrarnos en la relación de la piel con nuestra salud digestiva, conozcamos mejor nuestra piel y sistema digestivo.
Su piel es el órgano más grande de tu cuerpo. Es la primera barrera de defensa que tenemos contra los desafíos físicos, químicos y bacterianos del medio ambiente.
Su piel también es el hogar de millones de bacterias. Con el equilibrio adecuado, estas bacterias pueden mantener una piel sana. Pero si está desequilibrado, comenzará a experimentar algunos problemas.
Su tracto digestivo también alberga bacterias y otros microorganismos. Hay billones de estos microorganismos viviendo en su intestino que ayudan a que su sistema funcione correctamente. Estas bacterias son importantes porque ayudan a digerir los alimentos, producir vitaminas, regular las hormonas y excretar toxinas, entre otras cosas, para mantener su intestino sano. La fortaleza de su sistema inmunológico también depende mucho de la salud de su intestino.
La Conexión entre la piel y el sistema digestivo
¿Por qué estas dos están tan conectadas?
Las bacterias en el intestino pueden afectar cosas como el rejuvenecimiento de células en la piel y diferentes tipos de condiciones de la piel como la rosácea, dermatitis y acné.
De hecho, científicos conocen la relación entre la piel y el sistema digestivo desde la década de los 30’s. Desde entonces, ha habido muchas investigaciones modernas que confirman la clara conexión entre los problemas intestinales y los trastornos de la piel.
La ROSÁCEA
Un estudio informa que el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es 10 veces más común en personas con rosácea que en controles sanos. Además, después de tratar el SIBO en el estudio, las lesiones cutáneas desaparecieron en casi todos los participantes.
La DERMATITIS
La enfermedad celíaca puede presentarse con síntomas cutáneos como la dermatitis herpetiforme. Esta erupción cutánea con picazón formada por bultos y ampollas ocurre en el 10 al 15 por ciento de las personas que padecen de celiaquía, que también está ligado con el consumo de gluten. El sistema inmunológico de las mucosas en el intestino responde produciendo anticuerpos de inmunoglobulina A (IgA) en su cuerpo. Estos anticuerpos IgA desencadenan la reacción cutánea porque se dirige y se une a la proteína transglutaminasa epidérmica.
El ACNE
En los países occidentales, hay una mayor tendencia de personas que sufren de acné. Aproximadamente el 85 por ciento de las personas entre las edades de 12 a 25 tienen acné. Esto podría estar relacionado con la alta carga glucémica de carbohidratos en la dieta típica de un país occidental, lo cual promueve un aumento en el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1). La gravedad del acné se ha relacionado aumento en el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1). Un estudio muestra que el IGF-1 está involucrado en el desarrollo del acné mediante la regulación positiva de los biomarcadores inflamatorios en la piel.
ENTENDIENDO el desequilibrio intestinal
Los expertos se refieren a un desequilibrio del microbioma intestinal como "disbiosis". Esto puede hacer que su sistema inmunológico sufra, aumentando también la inflamación de la piel.
El microbiota intestinal regula la proliferación celular, el metabolismo de los lípidos y otras funciones metabólicas. Sin embargo, un desbalance en el sistema digestivo puede causar inflamación.
Hay varios factores que pueden afectar el equilibrio de su microbioma. La dieta es uno de los principales culpables. El consumo de alimentos procesados, el azúcar, alcohol, bajo contenido de fibra y OGM puede afectar negativamente su microbioma. Además, el uso constante de antibióticos agota las bacterias intestinales buenas junto con las malas. El estrés, el sueño y las toxinas ambientales también son culpables de alterar la relación de la piel y el sistema digestivo.
CÓMO CUIDAR El SISTEMA DIGESTIVO
Si desea tener una piel sana, es importante que se concentre en su salud intestinal. Mantener un intestino sano puede darle a su piel un brillo radiante y claro.
Consuma una dieta rica en fibra con proteínas de calidad y grasas saludables para apoyar su microbioma intestinal. La investigación también muestra que comer una amplia variedad de productos frescos puede mejorar las bacterias intestinales.
Aun así, comer bien no siempre es suficiente porque hay muchos factores que pueden alterar el delicado equilibrio de nuestro microbioma. A menudo necesitamos apoyo adicional. Aquí es donde entran los probióticos. El uso de probióticos es una forma de ayudar a equilibrar las bacterias intestinales y, a su vez, sanar la piel.
LOS PROBIOTICOS
Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a mantener el equilibrio adecuado de bacterias beneficiosas en el intestino. Algunas de las cepas de probióticos más comunes, como la Lactobacillus y la Bifidobacterium, son beneficiosas para la piel.
En un estudio que se remonta a 1961, de 300 pacientes con acné, el 80 por ciento mostró una mejoría clínica después de usar probióticos.
Las cepas de los probióticos actúan como antimicrobianos, reduciendo la inflamación y estimulando el sistema inmunológico. De hecho, también pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo. Como resultado, estudios recientes muestran que consumir probióticos mejora dramáticamente la salud de la piel.
Además de los probióticos, los prebióticos también son un actor clave en un intestino sano. Piense en los prebióticos como alimento para los probióticos. Los alimentos prebióticos son ricos en fibras que fermentan las bacterias intestinales. Estos incluyen plátanos, cebollas, ajo, alcachofa de Jerusalén, pieles de manzana, frijoles, raíz de achicoria y raíz de konjac.
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En Conclusión
Los estudios son claros sobre la conexión entre la salud intestinal y la apariencia de su piel. Si bien los alimentos que comemos y la hidratación juegan un papel esencial, el equilibrio de los microorganismos en nuestro intestino también juegan un papel muy importante para una piel sana.
Para mantener las bacterias intestinales saludables para una piel clara, asegúrese de comer una dieta diversa y complementado con probióticos para mantener un equilibrio saludable.
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